Un tarp o lona te permitirá hacer diferentes modelos de refugios para protegerte de las inclemencias del tiempo simplemente aprendiendo una técnicas sencillas que te mostramos a continuación.
¿Qué necesitas para poder hacer un refugio con un tarp?
Para poder hacer refugios con un tarp necesitas contar con otros elementos además del tarp:
Uno o dos árboles para anclar la cuerda principal que sustentará el refugio. También pueden sustituirse por estacas recogidas in situ o por bastones de trekking.
Varios metros de cuerda de paracord. Al menos 5 o 6 metros para el anclaje principal y puede que más según el tipo de refugio; por ejemplo, de 2 a 4 líneas de 3 o 3,5 metros.
Piquetas para fijar las cuerdas o los extremos de la lona al suelo. Puedes fabricar tú mismo las piquetas con estacas de madera si es necesario.
Conocimientos sobre algunos nudos básicos, que te ayudarán a atar con más seguridad y rapidez el tarp. Estos son: tensor, ballestrinque, nudo de escape rápido, prusik, alondra y nudo plano.
Modelos de refugios con tarp
Existen muchas configuraciones para montar un vivac con un tarp. Incluso, si descubres que te gusta, puede que desarrolles tu propio sistema. Yo he escogido estas porque son sencillas y por tanto, forman la base para iniciarse en el mundo del tarp.
Refugios con lona en forma de A
Es uno de los modelos más fáciles y conocidos. Imita la forma de una tienda de campaña tipo canadiense… aunque como están en desuso, si eres muy joven no sepas a qué me refiero. Este tipo de refugio proporciona una buena protección contra la lluvia y es apropiado en lugares cálidos.
Necesitarás encontrar dos árboles separados un espacio mayor que el tamaño de tu lona. Por ejemplo, si es de 3×3, necesitarás al menos 4 metros de separación entre los árboles para entrar y salir cómodamente de tu refugio.
Existen variaciones de este refugio: Puedes sustituir los árboles por estacas o por bastones de trekking, aunque en este caso, la entrada al refugio no será tan cómoda.
También puedes hacer un refugio en forma de A con suelo. En este caso la altura del habitáculo se reduce. En mi opinión, para este tipo de refugio es más práctica una lona rectangular. Por ejemplo 4×3 metros en vez de 3×3.
Refugios con tarp para proteger una hamaca
En este caso, encontrar dos árboles apropiados se hace indispensable. Es similar al refugio en forma de A, solo que está situado por encima de la hamaca y no llega al suelo. Lo ideal es que puedas permanecer de pie bajo él.
Hay dos configuraciones para este refugio. Puedes hacerlo doblando la lona por el centro de dos lados opuestos, con lo que obtendrás un rectángulo por cada lado de la cuerda. O puede doblar la lona de esquina a esquina, con lo que tendrás un triángulo a cada lado de la cuerda.
Refugio en forma de diamante
Para este refugio necesitaremos un árbol donde anclaremos el extremo de una cuerda; el otro extremo irá fijado en el suelo. Uno de las esquinas del tarp irá anclado en el suelo también, en el mismo punto que la cuerda. La esquina opuesta del tarp se deslizará sobre la cuerda en dirección al árbol, al cual lo sujetaremos también. Los otros dos vértices, que formarán una especie de “alas” los tensaremos y los anclaremos al suelo. así, dividiremos el tarp por la mitad formando dos triángulos
Este tipo de refugio ofrece una magnífica protección contra el viento si está bien orientado. E incluso te permite hacer fuego en la parte delantera. Eso sí, con riesgo de agujerear el tarp si es muy fino.
Refugio en forma de cueva
Este tipo de refugio se hace de modo parecido al anterior, pero es más bajo y los sobrantes de lona se doblan hacia el interior y se usan como suelo.
En vez de usar la línea que une dos esquinas opuestas del tarp como centro del techo a dos aguas y formar dos triángulos, en este caso dividiremos el tarp por la mitar desde los centros de dos lados opuestos formando dos rectángulos (como si dobláramos una sábana). En un tarp de 3×3 tendremos aproximadamente unos 2 metros de suelo de tarp hacia el fondo del refugio.
Se puede tirar una cuerda de un arbol al suelo, como en la foto, o bien emplear una estaca o un bastón de trekking para fijar una entrada sólida.
Refugio en forma de cobertizo
Este refugio es muy sencillo y presenta bastantes variaciones. La forma más sencilla es un pequeño tarp rectangular inclinado, que incluso se puede improvisar con una bolsa de basura industrial.
Si tu reto es experimentar con un equipo minimalista o lo más ligero posible, puedes encontrar tarps pequeños y ligeros, como el DD SuperLight Tarp S (ver en amazon), de 1,5 x 2,8 metros que son muy apropiados para este tipo de refugios.
Una variación de este refugio es incorporarle un techo a dos aguas. Puede hacerlo con ayuda de dos estacas o bien tensando una cuerda desde cada esquina.
Otra variación es añadir un techo a dos aguas y un suelo. Para este modelo se presta mejor una lona rectangular, por ejemplo 4×3 metros, que te proporcionará más espacio.
Es importante que el techo tenga una inclinación suficiente para que no se embolse en agua en caso de que llueva.
