La hiedra (Hedera helix) es una planta trepadora muy apropiada para los jardines naturales ya que ofrece alimento y refugio a la fauna. Además posee propiedades medicinales.
Descripción y características de la hiedra (Hedera helix)
La hiedra (Hedera helix) es una planta trepadora leñosa que alcanza los 30 metros de altura. Se sujeta con las raicillas que brotan del tallo.
Las hojas son pecioladas, de color verde oscuro y brillante y con venas claras. Encontramos dos tipos: las hojas de las ramas florales son alternas, lanceoladas, elípticas o romboidales; las hojas de las ramas no florales son astadas o palmeadas con 3 a 5 lóbulos triangulares.
Las flores son verde amarillentas dispuestas en umbelas terminales y con pedúnculos pilosos; poco vistosas, con 5 pétalos, 5 estambres y sépalos diminutos.
El fruto son bayas verde oscuras o negras con 2 a 5 semillas en su interior.
Biología
La hiedra es una planta perenne. Crece rastrera tapizando el suelo o trepa por árboles y muros aferrándose con las raicillas que crecen de los tallos. Florece a finales del verano y principios del otoño. Sus flores son muy ricas en néctar, por lo que suponen una importante fuente de alimento para muchos insectos durante el otoño. Las bayas, que maduran entre diciembre y abril, alimentan a las aves durante el invierno (son muy venenosas para los humanos) y dispersan de este modo sus semillas.
Hábitat y distribución de Hedera helix
Crece en lugares húmedos y sombreados, bosques atlánticos y también en entornos humanos de Europa, y Asia occidental.
Se ha introducido en zonas de América del Norte, donde se ha convertido en una especie invasora muy perjudicial, capaz de tapizar grandes extensiones expulsando a la fauna y flora locales. Algo parecido sucede en las zonas húmedas de Australia y Nueva Zelanda.
En las Islas Canarias encontramos la hiedra de Canarias (Hedera canariensis) muy parecida y considerada por algunos una subespecie de la Hedera helix.
Usos y propiedades medicinales de la hiedra
La hiedra puede resultar muy útil al aventurero gracias a sus propiedades como cicatrizante y analgésico, pero no hay que olvidar lo dicho en el apartado toxicidad; y, puesto que la farmacia natural es tan amplia, probablemente sería mejor utilizar otra planta de efectos similares y sin riesgos para la salud.
En todo caso, el uso externo parece el menos peligroso (sin olvidar el aspecto de las reacciones alérgicas). Se puede emplear esta planta en forma de compresa empapada en la decocción de las hojas o simplemente aplicando las hojas directamente y sujetándolas con una venda (cataplasma), en casos de heridas, grietas o úlceras de la piel. De este mismo modo se puede emplear en casos de celulitis, para desinflamar los tejidos subcutáneos.
En casos de dolores reumáticos y neuralgias (afecciones cuyo síntoma principal es el dolor a lo largo de un nervio. El más frecuente es el que afecta al nervio ciático) se recomienda también el baño al que se añade la decocción de las hojas que, además, relaja. Tanto el baño como las compresas o las cataplasmas calman el dolor y disminuyen la inflamación.
La decocción para las compresas y el baño se prepara con unos 30gr. de hojas por litro de agua.
La hiedra es una planta muy tóxica
Son suficientes 2 o 3 bayas de hiedra para provocarle a un niño una intoxicación grave. Provocan vómitos, diarrea, sarpullidos, convulsiones, delirio fiebre y estado de coma según la gravedad de la intoxicación. Se recomienda provocar el vómito y el lavado de estómago.
La propia savia de la planta puede producir, en algunas personas sensibles, reacciones alérgicas.
Otros usos de la hiedra y curiosidades
Antiguamente se pensaba que la hiedra era una planta parasitaria que asfixiaba a su huésped; pero no es así, sus raíces sólo se aferran a él para emplearlo como soporte.
Algunos autores recogen un uso antiguo que consistía en aplicar la goma de hiedra probablemente obtenida hirviendo la savia- sobre las caries y las muelas doloridas. Esta goma también se ha usado como depilatorio.
También se empleó para teñir telas de diversos colores: amarillo, verde grisáceo o rojo, según se emplearan las bayas, las hojas o la savia. Esta última, también se utilizó en tiempos contra los piojos.
La madera de hiedra en muy blanda y porosa, arde rápidamente y desprende una llama muy viva.
Cómo cultivar la hiedra
La hiedra es una planta ampliamente cultivada como ornamental. Existen cientos de variedades para el jardín. Pero también es una especie muy indicada para los jardines naturales en los que se quiere atraer a la vida silvestre a la cual ofrecen alimento en otoño e invierno. Sus flores, ricas en néctar, atraen a más de medio centenar de especies distintas de insectos. Y las bayas, a más de una docena de especies de aves. Además, sus hojas perennes proporcionan refugio a la fauna durante todo el año.
Se puede emplear para tapizar el suelo o muros y paredes poco estéticos. Si se usa para tapizar fachadas y muros de casas hay que vigilar su crecimiento para que no atasque canalones ni penetre donde no queremos. Por otra parte, debemos tener en cuenta que, si decidimos eliminarla, las raicillas quedaran adheridas a las paredes, y su eliminación total puede ser costosa.
No es muy exigente en cuanto al tipo de tierra, y tolera tanto exposiciones soleadas como a la sombra, si bien, algunas variedades de jardín pueden ser más exigentes. Se puede multiplicar por división o plantando esquejes al final del verano.