Algunos pequeños animales son complicados de fotografiar en su medio natural, como es el caso de los animales acuáticos, micromamíferos o pequeños reptiles. En estos casos podemos hacer las fotografías en acuarios y terrario.

Cómo preparar el acuario o terrario para sacar las fotografías
Para ello emplearemos una pecera que decoraremos imitando el hábitat del animal que deseemos fotografiar, tanto si es acuático como terrestre. Para ello podemos usar tierra, arena, piedras, plantas ramas, algas, etc. del hábitat de la especie. Si fotografiamos este tipo de animales con frecuencia, podemos tener los acuarios ya preparados para que el proceso resulte más rápido.

Muchos autores hablan de la conveniencia de llevar el acuario con una pequeña mesa al campo para realizar las sesiones fotográficas en vez de llevar el animal a casa. Esto es particularmente necesario cuando fotografiamos especies protegidas, para causarles el menor trastorno posible y porque si las fuerzas del orden nos descubren con ellas en el maletero del coche podríamos tener serios problemas. Pero si no están protegidas siempre resultará más cómodo llevar el animal a casa y devolverlo a su hábitat después de la sesión fotográfica.
La pecera deberá tener los cristales limpios y sin rayas, que podrían aparecer en las fotos estropeándolas y obligándonos a hacer retoques con programas de edición fotográfica si queremos recuperarlas. Un acuario de unos 15 o 20 litros es suficiente.

Haciendo fotos de acuarios y terrarios
El objetivo que utilizaremos dependerá del tamaño de animal. Para pequeñas criaturas como renacuajos o insectos acuáticos podemos necesitar un objetivo macro. Uno de 100mm estaría bien, ya que nos permitiría una separación razonable con respecto a la pecera. Para animales de tamaños mayores como reptiles puede ser suficiente un objetivo estándar.
Para iluminar la escena, si disponemos de un solo flash, lo más lógico sería colocarlo elevado sobre el acuario, ligeramente inclinado y apuntando al motivo para imitar la luz del sol. Si disponemos de dos, podemos colocar uno a cada lado del acuario con inclinaciones de unos 45º. Sujetos sobre sendos trípodes u otros soportes.

Si no somos cuidadosos, pueden producirse reflejos en el cristal que malograrán nuestras fotos. Para evitarlos, hay un truco muy común que consiste en interponer entre la pecera y el fotógrafo una cartulina negra pegada sobre un cartón o una tablilla para darle consistencia, en la que se habrá practicado un agujero para poder meter el objetivo.