¿Sabrías cómo hacer fuego en una situación de supervivencia si tu vida dependiera de ello? En situaciones de frío extremo tu vida puede depender de tu capacidad para encender una buena lumbre. Sin llegar a esos extremos, puedes necesitar fuego para secarte, calentarte, hacer señales a los equipos de rescate y cocinar eliminando los posibles gérmenes y parásitos de tus alimentos o del agua.
Naturalmente, como excursionistas, puedes sentirte tentados a hacer una hoguera en el campo y sentarte al lado bajo las estrellas. En este caso debes tener en cuenta las leyes que regulan estas prácticas en tu país. En España, y más concretamente en Galicia, esta práctica está prohibida durante los meses más calurosos y severamente penalizada.
Te voy a mostrar un montón de maneras de hacer fuego en la naturaleza, tanto de modo convencional como improvisadas e incluso técnicas del hombre primitivo con materiales de la propia naturaleza. Pero eso no es suficiente, debes saber dónde encontrar la materia prima, conocer el modo más eficiente de usar la lumbre para lo que necesites (calentarte, cocinar…) e incluso conservarla… Pero lo primero de todo es observar siempre las normas de seguridad.
Normas de seguridad para prender fuegos
¿Quieres hacer fuego? No debes olvidar que un fuego es muy peligroso. Hay que encender el fuego siguiendo todas las normas de seguridad:
- Un fuego pequeño es más fácil de controlar. No hagas hogueras más grandes de lo necesario, son más difíciles de controlar y mantenerlas consume más recursos y energía.
- Prepara el lugar donde harás la hoguera. Elimina las ramitas y todo material combustible en un radio de dos o tres metros alrededor de la fogata.
- Anticípate al riesgo de propagación de las llamas. No lo hagas cerca de la maleza o ramas bajas
- Prepárate para enfrentarte a su propagación: Ten siempre cerca un cubo u otro recipiente con agua y/o una rama frondosa para apagarlo rápidamente si es necesario.
Dónde encender el fuego
Lo primero es decidir donde lo ubicarás. Tienes que prestar atención al viento y a la vegetación, y preparar el lugar eliminando ramas, hierbas, etc.
Es buena idea excavar un hoyo de unos 10 o 15 cm y rodearlo con piedras para alojar en él la hoguera. Cuando deshagas el campamento, tapa las cenizas con la tierra que sacaste, devuelve las piedras a su sitio y deja todo de manera que nadie pueda notar que has estado allí. Esta norma es bueno seguirla tanto si hacemos una fogata como si no. Es una actitud respetuosa hacia la naturaleza y hacia los demás.
Dónde encontrar el combustible adecuado para hacer una hoguera
Hay que buscar el material combustible: ramas y madera seca de diferentes grosores, la más menuda para encenderlo y la más gruesa para mantenerlo. No será difícil de encontrar en zonas boscosas y con tiempo seco.
- Las crecidas acumulan ramas en las orillas de los ríos y en ocasiones las convierten en un auténtico filón.
- Las ramas más bajas de los árboles están, con frecuencia, secas y se rompen con facilidad.
- En caso de tiempo húmedo debes buscar en los huecos de los troncos secos, que proporcionan madera podrida que arde bien, en zonas resguardadas al lado de rocas, caminos, grutas.
- Si no ha llovido demasiado, quizá logres madera seca simplemente descortezando las ramas húmedas. Si no, tendrás que coger las ramas gruesas y cortarlas en pedazos longitudinales para aprovechas las astillas secas que obtengas.
Pon la madera húmeda a secar cerca de la lumbre.
Cómo y dónde obtener una buena yesca
La yesca es el material altamente inflamable sobre el que aplicás la llama, la chispa o la brasa que encenderá el fuego. Es importante que tengas una buena yesca preparada antes de intentar prender el fuego, sobre todo si lo haces con métodos improvisados. Una mala yesca puede hacer fracasar el intento que quizá te ha costado mucho esfuerzo.
En una situación extrema, cuando encuentres buena yesca harás bien en recogerla y guardarla en un recipiente para cuando la necesites.
Tipos de yesca
- Materia vegetal bien seca: hojarasca, hierba, ramitas resinosas de pinos, sus hojas o agujas, su resina, la parte algodonosa de la flor de la espadaña, fibras de coco y de palmeras…
- Fibras animales, como matas de pelo que quedan prendidas en los arbustos espinosos o en los alambres de espino por sus zonas de paso.
- Excrementos secos.
- Nidos de pájaros
- La madera podrida es una buena yesca en tiempo húmedo, pues suele ser fácil arrancar las partes externas de los troncos para alcanzar las zonas interiores secas.
- Algunos hongos del género Polyporus que crecen en la corteza de los árboles proporcionan una yesca magnífica. Si encuentras uno harás bien en guardarlo en tu mochila.
- La corteza de abedul es especialmente útil para propagar el fuego al principio, pues se inflama rápido, y arde despacio y con buena llama. Se corta en tiras finas y se ponen junto a la yesca. Se puede, incluso, hacer una antorcha improvisada enrollando una tira de corteza a una vara.
- Algunos frutos secos, como las nueces, se pueden mezclar con la yesca. Poseen un aceite que los hace inflamables y arden lentamente.
- El algodón o las gasas de nuestro botiquín pueden ser muy útiles si no encontramos yesca seca natural. También podemos rascar el interior de una camiseta de algodón con una navaja para obtener fibras de algodón.
- Papel de tu cuaderno de viaje.
- Trocitos de nuestras ropas o nuestros cabellos sino encontramos otra cosa.
- Echar unas gotas de gasolina o alcohol sobre la yesca puede facilitar la inflamación, pero no la empapes completamente. Si usas gasolina u otro combustible en un recipiente para calentarte, ten en cuenta que existe un riesgo potencial de accidente. Nunca añadas más combustible hasta que la llama se haya apagado y el recipiente se enfríe, de lo contrario es seguro que provocarás un fuego o una explosión.
- En los países donde está permitido el empleo de armas, se puede echar la pólvora de una bala sobre la yesca para facilitar la combustión.
- Yesca comercial: Puedes encontrar a la venta en las tiendas online diferentes productos que puedes incluir en tu equipo de supervivencia y que te permitirán encender un fuego en las condiciones más complicadas.
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Formas de hacer fuego
Para prender el fuego usa al principio leña más fina que dispondrás en forma de «tipi» o de «cobertizo» con ayuda de una roca o un tronco para que el aire circule bien y se inflame rápido.
Por encima de la leña fina la vete añadiendo más gruesa. Si no dispones de suficiente leña fina puedes hacer astillas la más gruesa con ayuda de tu cuchillo.
En la base del «tipi» o del «cobertizo» pondrás la «yesca», que es el material inflamable que encenderemos.
Tipos de leña para prender fuego
No todas las leñas arden igual, desprenden el mismo calor y las mismas llamas ni forman una brasa duradera. Cada madera tiene sus propias características. Este conocimiento te servirá también para hacer fuego en casa. Alan Sauri describe en su obra «La Vida Autosuficiente – Ed. Blume» las características de las leñas de los árboles más comunes de esta manera:
Leñas duras
Dan poca llama, pero su calor lento y prolongado las hace excelentes para la cocina y la calefacción.
- Arce: Bueno, buena llama
- Fresno: Bueno, buenas brasas, fuego lento
- Olivo: Excelente, brasas duraderas
- Falsa Acacia: Buena, malas brasas, muy chisporreteante
- Carpe: Excelente combustible, llama viva, buena brasa
- Haya: Buena, buenas brasas, llama clara
- Olmo: Fuerte calor, quema lentamente
- Roble: Bueno (también para carbón de leña) se consume lentamente, se pone negro y se carboniza.
Leñas tiernas
Se consumen rápidamente con llamas continuas; resultan, por lo tanto, excelentes maderas para encender o iluminar.
- Abedul: Arde bien y rápido, llamas claras. Leña para encender e iluminar
- Aliso: Arde bien y rápido
- Castaño: Poco calor, despide chispas
- Majuelo: Arde bien y rápido aunque esté verde
- Sauce: Llamas claras y vivas, leña para encender
- Tilo: Mediocre
- Álamo: Mediocre
- Castaño de Indias: Mala leña
- Plátano: Mediocre y ruidoso
- Sauco: Leña pequeña para encender
Cómo crear fuego dónde no hay leña
En los lugares donde no hay leña el hombre recurre a otro tipo de combustibles. En los desiertos se queman los excrementos de los camellos; y en las zonas polares se usa como combustible la grasa de las focas y de otros animales.
Métodos convencionales para encender fuego
Siempre debes llevar en tu mochila o equipaje un mechero y/o cerillas. Especialmente si vas a atravesar zonas inhóspitas. Es el modo más sencillo de prender una fogata rápido.
En el caso de las cerillas o fósforos, es buena idea protegerlas junto con los rascadores en un recipiente impermeable. También puedes impermeabilizarlas con esmalte de uñas o parafina.
No obstante, encender fuego con cerillos o un encendedor convencionales puede ser una tarea imposible en situaciones climatológicas muy duras, con viento y humedad. Para estar preparado para estas circunstancias, te recomiendo que incorpores a tu equipo unas cerillas antitormenta y quizás un mechero soplete.
Cómo hacer fuego fácil: Cerillas antitormenta
Estas cerillas están pensadas para usarse en las condiciones más duras. Están impermeabilizadas, y una vez que las rascas, la combustión dura entre 10 y 20 segundos y no se apagan ni debajo del agua. Te recomiendo que incorpores una caja ya a tu equipo. Tus posibilidades de supervivencia aumentarán.
Mechero soplete
Este tipo de mecheros funcionan con gas butano y se venden vacíos. producen una potente llama como un pequeño soplete que resiste en viento y te permitirá encender el fuego en cualquier circunstancia, quemar los extremos de una cuerda, etc.
Cómo se puede producir fuego con pedernal y eslabón.
El pedernal y eslabón es un buen sistema que funciona en cualquier circunstancia. Esta herramienta viene en tamaño pequeñito en todos los kits de supervivencia y también la puedes comprar por separado en un tamaño mayor.
Consiste en una barra de magnesio (pedernal) y un rascador de hierro o acero (eslabón). Al rascar el pedernal con el eslabón se producen unas chispas incandescentes capaces de encender un fuego.
Encendedor de mecha o chisquero para prender fuego
Quizá te sorprenda encontrar aquí este antiguo encendedor. La razón por la que lo incluyo es que era el tipo de mechero preferido por Y. Coineau y L.P. Knoeffler. Así lo indican en su libro «Vivir y sobrevivir en la Naturaleza» (Ed. RM, 1983):
«[…] Comprad un antiguo encendedor de yesca con una larga mecha y un tubo de piedras de recambio. Durará más que vosotros mismos y os permitirá encender fuego en cualquier circunstancia. Aplicad el punto incandescente de la mecha sobre un poco de hierba seca o de hojarasca muy crujiente y soplad con delicadeza; luego alimentad correctamente la llamita que aparecerá enseguida.»
La ventaja sobre las cerillas y los encendedores de gas o de butano es que te durará muchísimo más, pero debes tener cuidado de llevarlo en un recipiente impermeable, pues si se moja la mecha se convertirá en un trasto inútil.
Cómo hacer fuego sin encendedor ni cerillas
Lo mejor es no cometer la torpeza de no llevar una reserva de cerillas o un mechero. Pero si te encuentras sin estos medios convencionales para encender un fuego, existen otros sistemas improvisados, unos sencillos y efectivos y otros más complicados si no tenemos práctica.
En estos casos se hace especialmente importante tener preparada suficiente yesca (hierba seca, hojarasca, etc) bien compactada para que la brasa se propague con facilidad. Y también leña fina y seca para no desperdiciar una llama que puede habernos costado mucho esfuerzo conseguir. Suele ser efectivo soplar suavemente cuando aparece el primer puntito rojo para avivar la llama.
Cómo prender fuego sin mechero con la ayuda de lentes
Una lupa o las lentes de una cámara fotográfica, de los prismáticos o determinadas gafas son un medio muy efectivo para encender un fuego, pero no nos servirá si no hace sol.
Llevar una pequeña lupa en tu kit de supervivencia evitará que gastes tus fósforos anti tormenta cuando hace sol. Prepara primero una buena yesca que prenda con facilidad y apunta hacia ellas el puntito de luz.
Técnicas para hacer fuego con hielo
Cuenta el aventurero alemán Rüdiger Nehberg en su libro «Manual del Aventurero» (Ed. Martinez Roca, 1984, una delicia descatalogada hace mucho tiempo), que Hans-Otto Meissner relata en su libro publicado en 1967 «El Desierto burlado» (Die überlistete Wildnis) cómo exploradores polares muy experimentados encienden fuegos con lentes de hielo pulido y compacto. Este libro es uno de los primeros que aborda el tema de la supervivencia en idioma alemán.
Supongo que darán forma a los cristales de hielo con sus cuchillos y quizá después los pulan con el calor de sus manos. Pero siempre me he preguntado por el riesgo de congelación que se corre al manipular hielo con las manos desnudas a -20ºC o menos.
Una alternativa al método anterior es usar un objeto cóncavo para hacer la lente (el culo de una botella, por ejemplo), vertiendo agua sobre él y dejando que se congele. Si hacemos dos, podemos pegarlos con un poco de agua que, si el frío es intenso, se congelará enseguida.
Cómo se hace fuego con baterías de coches
Puedes emplear una batería para hacer chispas capaces de inflamar la yesca simplemente uniendo los cables de ambos polos. Luego introduce la yesca prendida bajo la madera previamente preparada para el fuego.
Cómo encender una hoguera con un arma de fuego
El algunos países del mundo está permitido portar armas. Rüdiger Nehberg explica una técnica para prender un fuego con ayuda de un arma en su libro «Manual del aventurero»:
«Se abre el cartucho y se esparce la mitad de la pólvora sobre la yesca. El resto se comprime en el casquillo con un jirón de algodón o de tejido artificial que arda bien. Luego se dispara este «cohete». Los jirones de tela se encienden y caen prendidos e incluso ardiendo sobre el suelo.»
Cómo hacer fuego naturalmente sin fósforos ni encendedor: técnicas y herramientas primitivas
Existen otros métodos que te permiten hacer fuego sin nada, es decir, en ausencia de ninguna tecnología moderna. Al menos en teoría, pues lo más normal es que emplees tu cuchillo al menos para los preparativos. La mayoría son sistemas que crean fuego por fricción y emplean piedras y palos.
Normalmente serán el último recurso, pero no está mal que practiques al menos el sistema del arco de rodamientos indio, que es muy sencillo.
Cómo hacer fuego con piedras (sistema de percusión)
Puedes generar fuego sin nada procedente de la civilización. Golpeando dos piedras, se pueden obtener chispas lo bastante calientes y duraderas como para encender un fuego. Es la versión primitiva del pedernal y eslabón que podemos comprar en las tiendas online especializadas. Estas chispas deben dirigirse hacia la yesca para que se inflame y se encienda el fuego.
¿Cuales son las piedras para hacer fuego?
Son necesarios dos tipos distintos de piedras para hacer fuego. Debes utilizar como pedernal un mineral duro. Normalmente se usa silex, pero también puedes emplear cuarzo o calcedonia. Como eslabón puedes usar rocas que contengas hierro como pirita o mascarita, o una pieza de hierro de tu equipo (los aceros inoxidables no sirven) como tu cuchillo o navaja.
Cómo hacer un fuego con palos (arco de rodamiento indio)
Es un conocido sistema de fricción de aire muy aventurero. Consiste en girar rápidamente un palo con ayuda de un arco sobre otro trozo de madera.
La madera que sirva de base ha de ser lo más estable posible. Le practicaremos una oquedad cerca del borde, que será donde apoyarás el palo que girará como un taladro. En el borde de esa oquedad haz una muesca en forma de «V» hacia el exterior.
Construye el arco con una rama flexible y un cordón (de los zapatos, mochila, anorak, etc). También necesitás otro trozo de madera con un hueco para sujetar por arriba el palo «taladro».
Será más eficaz si la madera de la base es blanda y el palo de frotación es de madera dura.
La fricción formará un polvillo negro, como de carbón. Cuando empiece a salir humo se echa ese polvo negruzco sobre la yesca bien compactada para que la brasa se propague con facilidad y se sopla con suavidad para lograr una llama.
Cómo prender un fuego con el método de la sierra
Es un método propio de la jungla, y consiste en usar una madera blanda, normalmente bambú para «serrar» (efectuaremos un movimiento de sierra) otra dura, frecuentemente cáscara de coco. Como yesca se emplea la fibra algodonosa de la base de las hojas de cocotero, el recubrimiento piloso marrón de algunas palmeras o la membrana que encontraremos dentro del bambú.
Cómo se hace el fuego con el método de la correa
Usaremos una tira de ropa u otra fibra fuerte y una rama de madera blanda. Elevaremos la rama ligeramente colocándola sobre una piedra. Pasaremos la correa por debajo de la piedra y tiraremos alternativamente de un extremo y del otro para producir la fricción. Previamente habremos colocado la yesca debajo de la rama, tocando a la correa.
Cómo se hace el fuego para calentarse
Si quieres buen fuego para calentarte durante una noche fría, debes escoger maderas que ardan despacio y proporcionen unas brasas duraderas, como fresno, arce, carpe o roble.
Para aprovechar mejor el calor de la fogata debes construir un reflector con unos leños o utilizar uno natural (una formación rocosa, una depresión del terreno, un árbol grueso…). Debes prestar atención a la dirección del viento para que no te vaya el humo a la cara.
Entre el fuego y el reflector prepara un lecho seco, blando y cómodo donde te colocarás. Y. Coineau y L. P. Knoeffler dicen a este respecto en su obra Vivir y Sobrevivir en la Naturaleza. Ed. Martínez Roca:
«Encended un fuego intenso mucho antes de la hora del descanso; poco antes de esta, cubrid el lecho de brasas con una fina capa de cenizas. El calor, devuelto por el reflector, calienta durante unas 8 horas el área así delimitada.»
¿Y si quiero hacer fuego para cocinar?
Para cocinar es mejor una hoguera pequeña, que consume menos leña y es fácil de mantener. Siempre es más práctico cocinar sobre las brasas que sobre la llama.
Puedes construir un hogar que te servirá para poner la cazuela haciendo un pequeño fuego entre dos troncos, dos piedras, etc.
Si tu cazuela tiene un asa como la de los cubos puedes sujetarla sobre la lumbre con una «grúa» improvisada con la ayuda de una rama inclinada sujeta entre unas piedras y otra rama que funcionara como «percha».