La oferta de mochilas es tan abrumadora que puede desorientar al profano. Eso es porque cada vez hay más tipos de mochilas especializadas para cada actividad. Pero no te preocupes, sigue leyendo y te ayudaremos a decidir cual es la mejor para ti.
Tipos de mochilas según su volumen de carga
Es tal la cantidad de mochilas diferentes que podemos encontrar en las tiendas online, que su clasificación es algo bastante subjetivo y probablemente encontrarás variaciones según las fuentes. Nosotros hemos escogido esta clasificación porque es sencilla, práctica y muy ilustrativa de la oferta que puedes encontrar en mochilas para actividades en la naturaleza.
Mochilas pequeñas, daypack, de día o de senderismo
Este tipo de mochilas son adecuadas para salidas de un día. Con ellas puedes transportar lo básico para una caminata o una ruta de senderismo de pequeño recorrido. Además, se adaptan perfectamente al uso diario en la ciudad y en la calle. La oferta es muy variada, con gran cantidad de formas y colores para satisfacer a cualquier usuario. También varían mucho sus características en cuanto a funcionalidad. Debes tener en cuenta los detalles técnicos que incorpora enfocados para algún tipo de actividad concreta (porta piolet, porta bastones, etc). Suelen tener una capacidad que oscila entre los 20 y los 35 o 40 litros aproximadamente, aunque esto es muy relativo.
Mochilas de montaña y escalada
Esta clase de mochilas se encuentran a medio camino entre las mochilas Daypack y las mochilas de trekking. Tienen en cuenta aspectos que no eran importantes en las mochilas de un día, como la ventilación de la espalda, la capacidad de ajustes o el reparto de pesos. Son adecuadas para salidas de varios días de intensidad media o baja, rutas de escalada o esquí de travesía. Su capacidad oscila entre los 40 y 60 litros aproximadamente
Mochilas de trekking o de gran carga
Están diseñadas pensando en expediciones y viajes largos dado su gran volumen, su depurada construcción y su nivel de confort. Son las más grandes, están preparadas para soportar grandes cargas, del orden de los 25 kilos y suelen ser mayores de 60 litros.
Tipos de mochilas según su uso
Otro modo de clasificar las mochilas hace referencia a la actividad para la que están diseñadas. Esta clasificación es muy interesante, ya que podemos encontrar mochilas con una construcción muy depurada enfocada en una actividad en concreto.
1.- Mochilas de trail running
Son mochilas muy especializadas en carreras de montaña. Su volumen es pequeño, pero suficiente para llevar bidones o bolsas de hidratación, alguna prenda de abrigo, algo de comida e incluso bastones o crampones si es necesario. Se caracterizan por tener un acceso rápido y sencillo a las partes más necesarias del equipo. Muchos modelos son una especie de híbrido entre mochila y chaleco, ya que este tipo de diseño ofrece muchas ventajas. Su volumen oscila entre los 3 y los 20 litros. Las más vendidas son las de 10-12 litros. También pueden emplearse en senderismo de pequeño recorrido.
2.- Mochilas de alpinismo técnico
Están enfocadas a la práctica del alpinismo y la escalada, lo cual deriva en una serie de adaptaciones. Suelen llevar portaesquís, portapiolets, portacuerda, etc y están adaptadas al uso de arnés. Anatómicamente son más estrechas para que no obstaculicen el movimiento de los brazos y reducir los problemas en las zonas complejas de la escalada. El volumen de los cinturones y los tirantes se reduce. Es un tipo de mochila muy polivalente.
3.- Mochilas de barranquismo
Son mochilas muy específicas para la práctica de este deporte y enfocadas en la seguridad. Están fabricadas en materiales resistentes al agua y a la fricción, poseen agujeros de drenaje y los tirantes poseen cierres de apertura rápida por si es necesario desembarazarse de la mochila.
4.- Mochilas para mujer
En principio, cualquier mochila puede ser usada por una mujer sin problemas, pero numerosas marcas han fabricado modelos específicos con diseños que se adaptan a las características anatómicas de las mujeres. Este tipo de mochilas poseen un cinturón lumbar algo más ancho y con una curvatura que se adapta mejor a sus caderas y los tirantes tienen una curvatura que evita aprisionar los pechos. También suelen ser algo más cortas.
5.- Mochilas de escalada
Recuerdan a las mochilas de alpinismo, pero exagerando las adaptaciones de aquellas. El cinturón es estrecho y se quita con facilidad, son estrechas, especialmente hacia la base para permitir un fácil acceso al material del arnés.
Suelen complementarse con mochilas de mayores dimensiones para la travesías y aproximaciones y se usan en el ataque alpino.
6.- Mochilas de excursionismo
Incluimos aquí las mochilas destinadas a desplazamientos por la naturaleza, desde las pequeñas mochilas para senderismo de una jornada a las grandes mochilas de trekking capaces de llevar todo lo necesario para rutas de varios días. Son las más comunes y de formas y tamaños muy variados. Pueden ser más o menos especializadas con diversos porta accesorios como bastones, piolet, etc; y son más anchas que las de escalada.
7.- Mochilas para esquí
Mochilas mochilas de alpinismo llevan porta esquís, pero en los últimos años han aparecido unas mochilas más especializadas que suelen ser de tamaño medio (30-35 litros) e incorporan porta esquís, porta sonda, pala, etc.
8.- Mochilas urbanas y de viaje
Las marcas de mochilas de montaña fabrican también mochilas urbanas, de día o de viaje con los mismos requisitos de calidad que las mochilas de montaña, con lo cual resultam muy polivalentes y perfectamente aptas para la práctica del senderismo.
9.- Mochilas portabebés
Podemos encontrar mochilas portabebés orientadas a la practica del senderismo. Éstas siguen unas normas de seguridad que nos permitirán practicar caminatas por la montaña con nuestros pequeños con la mayor seguridad.
10.- Mochilas tácticas
Este tipo de mochilas están inspiradas en las del ejército de los Estados Unidos. Sus formas y tamaños son muy variados, pero se caracterizan por incorporar el “sistema Molle”, lo cual las hace modulares y permite acoplar accesorios con gran facilidad.
11.- Mochilas de hidratación
Este tipo de mochilas están diseñadas en torno a una bolsa de hidratación, con la cual la integración es muy buena, facilitando enormemente el porteo. Se fabrican en diferentes capacidades y su uso está muy extendido entre ciclistas, esquiadores y corredores.
12.- Mochilas estancas
Las mochilas estancas están fabricadas con materiales impermeables y poseen cierres que impiden el paso del agua. Su capacidad oscila entre los 10 y los 50 litros. Son muy apropiadas para deportes acuáticos.
Partes de una mochila
Durante la marcha, nuestro cuerpo realiza diferentes acciones, como mover los brazos y las piernas, balancear los hombros y el tronco, etc. Por ello, la mochila debe adaptarse a nuestro cuerpo en movimiento.
Para desarrollar las mejores mochilas modernas se han tenido en cuenta aspectos como ergonomía y biomecánica para repartir bien la carga y evitar la presión en vasos sanguíneos, nervios, músculos o huesos.
Hay mochilas sencillas y otras muy complejas. Y entre ellas, un enorme abanico de posibilidades. Así que no todas tienen que tener todas las partes que mencionamos aquí
1.- Cinta de ajuste de la altura de la tapa: Algunos modelos permiten diferentes volúmenes de carga mediante una prolongación de la mochila en la parte superior. Estas cintas permiten ajustar la tapa para adaptarla a la carga de nuestra mochila.
2.- Asa de izado: Facilita el manejo de la mochila cuando no la tenemos a la espalda al ofrecernos una zona específica y equilibrada de agarre.
3.- Tirantes superiores de los hombros o estabilizadores: Sirven para adaptar la mochila a la espalda del usuario en función del peso de la carga.
4.- Hombreras anatómicas: Con ellas sujetamos la mochila a nuestra espalda. Cuanto más voluminosa sea la mochila, más importante es que tengan un diseño ergonómico que se adapte a la forma de la espalda, hombros y tórax, que sean anchas y con un buen acolchado. Las mochilas específicas para mujeres están pensadas para liberar la carga de encima de los pechos.
5.- Espalda acolchada: Separa la carga de la espalda para proporcionar comodidad durante la marcha evitando que se nos claven objetos con aristas. En las mochilas más pequeñas suele ser un acolchado sencillo, en las más grandes, suele ser anatómico y con canales de ventilación.
6.- Ajuste pectoral o cinta de pecho: Sirve para mantener las hombreras en su sitio y mejorar la estabilidad de la mochila.
7.- tensores de las hombreras: Permiten ajustar las hombreras a la capacidad torácica del usuario
8.- Acolchado anatómico del cinturón: Proporciona comodidad al reducir la presión que ejerce la mochila sobre nuestras caderas.
9.- Cinturón: Ajusta la mochila a nuestra cintura liberando a los hombros de la mayor parte del peso.
10.- Ceñidores de balanceo del cinturón: Reducen el balanceo general, sobre todo si la mochila es alta.
11.- Acolchado lumbar o riñonera: Mejora la comodidad es esta zona, que es donde recae la mayor parte del peso del conjunto.
12.- Cuelga dedos: Sirven para colgar el dedo pulgar en ellos. de este modo tendremos las manos a la altura del corazón y evitaremos que se hinchen los dedos.
13.- Ajuste de altura: Permite adaptar la mochila a la altura del usuario.
14.- Cintas de compresión y portamaterial: Si la mochila está medio vacía pueden ajustarse para evitar que la carga se desplace. Así mismo, sirven para sujetar material por fuera de la mochila.
15.- Cruceta anatómica: El inicio de las hombreras está diseñado para repartir la carga directamente al centro de las clavículas, liberando el cuello y apoyando entre los omóplatos.
16.- Bolsillos: Pueden estar en la tapa, laterales, frontal… permiten tener a mano los objetos que se usan más habitualmente.
17.- Cintas porta material: suelen estar en la zona superior y/o inferior de la mochila. Permiten sujetar material en el exterior.
18.- Sistema de hidratación: Pueden incorporar en el interior espacio para una bolsa de hidratación. Aumenta la comodidad de la marcha al no tener que quitarte la mochila para acceder a la cantimplora.