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Organización del trabajo de campo

La organización del trabajo de campo de un naturalista se realiza en casa: identificación de especies, catalogación y ordenación de especímenes, experimentos, etc. Y si queremos que la información de nuestro cuaderno de campo sirva para algo es fundamental seleccionarla y catalogarla.

Primeros pasos en la organización del trabajo de campo

Cuando era niño no tenía ordenador. Y aunque lo hubiera tenido no me habría servido de mucho ya que el sistema operativo que utilizaban entonces era el MS-2, a base se comandos en inglés, nada visual, aburrido, y yo lo desconocía por completo. Así que mi sistema de catalogación se basaba en fichas de cartulina compradas en la librería y almacenadas en ficheros de madera que yo mismo fabricaba y pintaba.

La organización, selección y clasificación del trabajo científico de campo se lleva a cabo en casa o en el laboratorio de ciencias

En la foto superior podeis ver, rescatado del olvido, el fichero donde llevaba buena cuenta de las especies que iba descubriendo. A su lado, la primera cámara reflex que cayó en mis manos.

De este modo confeccioné mi propias guías de la naturaleza con los dibujos de las especies que iba descubriendo. Disponía de una cámara réflex de película con un objetivo de 50mm, regalo de mi tío a mi padre. Pero su uso para fotografía de naturaleza resultaba excesivamente limitado y caro. Además, mis conocimientos en este campo eran escasos, sólo sabía lo que ponía el manual de la cámara.

Por otra parte, los datos recopilados en mi cuaderno de campo referentes a cada especie en concreto eran pasados también a otro fichero. Así, podía tener un listado ordenado cronológicamente de todas las observaciones de cada especie. Cuando seleccionaba las fichas de un determinado animal podía ver de un vistazo las fechas, lugares, horas, factores meteorológicos, y los datos observados (qué hacía, cómo, dónde, etc…). De otra manera sería un tremendo engorro buscar toda la información de cada especie perdida entre los cientos de hojas de cada cuaderno de campo.

Al cabo de meses o años de observación esto puede permitirnos conocer la ecología y sacar conclusiones del comportamiento de las especies… O plantearnos interrogantes y retos: si una especie deja de observarse siempre durante unos periodos del año, ¿emigra?, ¿quizá inverna?, ¿o sencillamente muere?

Bases de datos informáticas para organizar el trabajo de campo

El sistema de fichas de cartulina tiene innegables ventajas: funciona sin corriente eléctrica, no le afectan los virus informáticos, nunca se quedará obsoleto hasta el punto de no poder leerse debido a la evolución tecnológica, en el futuro podréis releerlas y ver vuestros dibujos con nostalgia… No obstante, si disponemos de un ordenador y sabemos utilizar una base de datos, será mucho más fácil mantener al día, acceder y modificar la información de nuestras observaciones. Además, una base de datos informática nunca se nos quedará pequeña por exceso de información o aunque ampliemos los campos de datos, al contrario que una ficha.

Ejemplo de una ficha para organizar el trabajo de campo
Ejemplo de una sencilla ficha empleando un folio para llevar el registro de las observaciones.

En cualquier caso, empleemos las cuadrículas de una ficha o los campos de una base de datos, deberemos incluir al menos los siguientes datos para cada observación:

Nombre científico: Irá en el encabezado de la ficha. Es muy importante, ya que identifica universalmente a cualquier especie, a diferencia de los nombres comunes, que cambian de un lugar a otro. Es buena idea incluir también especies que aún no hayamos identificado. En este caso podemos bautizarlas nosotros temporalmente y/o añadir una descripción.

Nombre común: será más fácil de recordar. También en el encabezado de la ficha.

Fecha y hora de la observación

Lugar de la observación: Lugar geográfico, población, nombre del monte… sé lo más preciso posible. Si dispones de un GPS  puedes incluir las coordenadas geográficas (lo traen la mayoría de los teléfonos móviles).

Tiempo: Además del tiempo que hacía en el momento de la observación, puede ser interesante indicar el tiempo que hizo los días anteriores si, por ejemplo, es el primer día de sol tras un largo periodo de lluvia.

Observaciones: Lo que hacía la especie observada (en caso de que sea un animal), cómo lo hacía, dónde, sexo,  aspecto (especialmente si ha variado con respecto a otras observaciones), etc…

Naturalmente, si los necesitas, puedes incluir más campos, todos los que se te ocurran.

Si no dispones de ordenador o no sabes usar una base de datos y empleas fichas para almacenar la información de las observaciones, es mejor emplear fichas grandes que pequeñas, pues éstas últimas se llenarán enseguida. En vez de fichas de cartulina (que no sé si se seguirán vendiendo) también puedes emplear folios que puedes guardar en una carpeta de anillas. Mejor utilizarlos apaisados ya que ofrecen más espacio para los campos. Muy importante, cada ficha corresponde a la información de una sola especie, no debes poner 2 o más especies en una misma ficha. A medida que las llenes, añadirás más fichas numeradas para cada especie.

Puedes complementarlas con otra ficha que incluya dibujos o fotografías. Además, puedes añadir una descripción detallada de tu propia cosecha y la clasificación taxonómica: reino, filum, clase, orden, familia, género y especie. A medida que tus observaciones aumenten, será más cómodo y facilitará las búsquedas separar las especies por grupos (aves, árboles, flores, hongos, etc…), bien con separadores de cartulina, bien usando diferentes carpetas.

Si empleas un ordenador, es muy importante realizar copias de seguridad periódicamente para no perder el trabajo de meses o años cuando se estropee el disco duro. Puede facilitar la búsqueda de información incluir en la base de datos campos para cada uno de los taxones básicos (reino, filum, clase, orden, familia, género y especie). No tenemos que cubrirlos todos al principio, pero según los vayamos conociendo nos serán de ayuda.

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